Rehabilitar el cuerpo y el espíritu

Sala de Rehabilitación de Manatí

Texto y fotos: Yelaine Martínez Herrera

A Aneidys Mendoza se le nota la esperanza. Su madre, Hilda Ortiz, da sus primeros pasos desde su fractura de cadera. Eddy Rodríguez enfrenta la ataxia que le impidió seguir ejerciendo la Medicina y se llena de nuevas fuerzas al vivir algunas mejorías luego de tres años de esfuerzo. Santiago Ersilla sufre de una hemiplejía (parálisis) del lado derecho, pero en solo un mes ha mostrado avances significativos como retomar un poco el habla y la locomoción.

Historias como estas y otras similares se comparten diariamente en el servicio de Terapia Física y Rehabilitación del policlínico-hospital Mártires de Manatí. El personal que allí labora, por valores como la responsabilidad y la constancia, ha mantenido desde el 2006 la condición de Colectivo Moral, además de resultar en varias ocasiones Mejor Departamento de Salud del municipio y Mejor Sindicato del sector a ese nivel.

Pero lo más importante es, sin dudas, la sonrisa de  sus pacientes al comprobar por sí mismos que la salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves, según la definición de la Organización Mundial de la Salud, realizada en su constitución de 1946.

PASO A PASO, PERO MEJORO

Al recorrer la institución, personas como Ramón Rodríguez, Emelina Utra, Rafael Bárcena Martínez y Liú Cedeño, todos atendidos allí, coincidieron en la excelencia del servicio y en la evolución que han tenido durante su estancia en el lugar. Otros incluso vencieron el “miedo escénico” para agradecer por la atención prestada.

“Mi mamá lleva unos tres meses rehabilitándose de una fractura de cadera, ha tenido gran avance y los técnicos son maravillosos”, afirmó Aneidys, un familiar agradecido.

“Tengo muy buena opinión de este servicio, pero creo que sería favorable para la recuperación de las personas contar más con equipos como sillas de rueda, bastones, muletas, andadores…, porque la mayoría cuando empieza aquí no pueden caminar bien y deben apoyarse en esos medios, que no siempre son accesibles”, expresó Eddy.

“A mi hermano le dio un infarto cerebral, no movía una parte del cuerpo, a raíz de los ejercicios ya da sus pasitos y dice algunas palabras, estamos más que agradecidos”, destacó Miriam Morales, consanguínea de Santiago.

“He recibido muy buena atención, el personal es cariñoso y educado, lo que contribuye a que nos sintamos mejor”, dijo María Isabel Armas. “Estoy satisfecha, desde que llego me saludan, hasta se saben mi nombre”, agregó Ángela Vázquez. “Dos veces he pasado por aquí, una vez apenas caminaba, me traían en silla de ruedas, y ya ves, salí excelente”, alegó Caridad Membrado. “Estoy orgullosa de ellos”, reafirmó Yamilé Cruz.

Son solo pinceladas, pero bastan para ilustrar. Además, la higiene circundante y el estado de los equipos (todos en uso) también complementan la calidad necesaria.

REHABILITAR AL PACIENTE: UNA PRIORIDAD

“Desde que el paciente llega lo vemos de forma integral. Tenemos podólogos, aplicamos tratamiento de Peloide, que es conocido como “fango-terapia” (fango mineromedicinal con muy buenos resultados), al igual que la parafina (cera). También tenemos la Electroterapia, que incluye magneto, ultrasonido, corriente, láser, equipos para la terapia combinada y otros medios”, dijo el Máster en Ciencias Roymarert Gámez Parra, jefe del servicio desde el 2006, año en que empezó a funcionar la sala.

“Más de 100 personas atendemos en el terreno, pues hay técnicos que van a las casas de postrados, encamados o quienes han sufrido fracturas de cadera y no pueden llegar aquí. También el servicio está extendido hacia las comunidades. En 24 salas de televisión contamos con igual cantidad de rehabilitadores, los que en su mayoría viven en esos lugares intrincados y utilizan para su trabajo poleas de techo y algunas bicicletas realizadas por ellos, además de estar vinculados a los consultorios”, afirmó.

Él está satisfecho con el confort del centro. “Inicialmente estábamos en una sala que no tenía las condiciones que posee la actual, ni prestábamos todos los servicios que hoy tenemos. Al comenzar a funcionar ésta, se nos incorporaron equipos de alta tecnología, vitales para solucionar los problemas de los pacientes y cumplir el objetivo de reincorporarlos a la sociedad”, destacó Gámez, con 14 años de experiencia laboral.

Según él, las mayores incidencias tratadas en el servicio son dificultades del Sistema Osteomioarticular (músculo, hueso y articulaciones). También las fracturas de cadera, los accidentes vasculares encefálicos y las enfermedades cardiovasculares.

“Trabajamos con fumadores en una consulta de deshabituación tabáquica y con pacientes que han sido aquejadas por cáncer de mama. A diabéticos y quienes sufren lesiones en los pies se les cura con el Heberprot – P y otros medicamentos; así han preservado sus miembros y han disminuido los amputados en el municipio, especialmente a partir del 2012. Tratamos enfermedades  crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes e hipertensión, y hacemos psicoprofilaxis a las embarazadas en el hogar materno para que los ejercicios les ayuden a tener un mejor parto”, agregó.

OTROS PROTAGONISTAS HABLAN

Un total de 18 trabajadores laboran en la sala, divididos en 12 consultas. Entre los especialistas se encuentran: un terapista ocupacional, una defectóloga, una nutrióloga, un logo fonoaudiólogo, una psicóloga, un licenciado que aplica el tratamiento de Medicina Natural Tradicional y 10 técnicos que son Licenciados en Terapia Física y Rehabilitación, y rotan por todos los departamentos.

Entre ellos se encuentra Yalián Alfonso Rodríguez, Licenciado en Terapia Física y Rehabilitación, con 11 años de experiencia laboral. “Somos muy dedicados, nos concentramos mucho en los pacientes y por eso se nota su mejoría. Además, el colectivo de dirección siempre se enfoca en prevenir los problemas”, expresó.

El Licenciado Osvaldo Rojas Blanco, aunque trabaja temporalmente en la consulta de Medicina Natural Tradicional (MNT), reconoció la valía del personal porque “de aquí los pacientes salen con la enfermedad generalmente resuelta”. Entre los métodos más usados por él se encuentra la Acupuntura, con resultados muy favorables.

Por su parte, la Licenciada en Nutrición Yuniesky Santiesteban Vargas afirmó: “Somos unidos. El jefe es exigente, pero tratable. Los miércoles hay consulta multidisciplinaria para niños menores de un año. Me satisface cuando la mayoría de los pacientes, alimentados sanamente y con ejercicios, bajan de peso, están compensados… En cuanto a lo material solo estamos escasos de sillas para sentarnos”.

A la defectóloga Leonarda Bonnia Acosta (Leo) le enamoró el servicio desde su primera experiencia en el lugar y decidió quedarse. Haberse desempeñado como maestra primaria, luego en la educación especial y después en un Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) la prepararon para ejercer con calidad su actual labor.

“En nuestra consulta vemos pacientes discapacitados que el fisiatra determina, con énfasis en los niños de 0 a 7 años. Por ejemplo, usamos juguetes de colores vivos para activar la percepción en infantes y les realizamos actividades para activar la memoria a quienes tienen esa área afectada. Tratamos a las personas con mucho amor,  les damos charlas y orientamos a las madres para que estén preparadas sobre cómo estimular el desarrollo psicomotor del niño, su lenguaje y otras aristas importantes.

“Nos satisface ver la evolución de los pacientes. Este trabajo amerita de sensibilidad y amor, por eso desde que llegan analizamos también la parte psicológica porque a veces están deprimidos, algunos lloran, y después se van contentos. Los familiares, por su parte, no deben marginarlos ni sobreprotegerlos, sino apoyarlos”, dijo Leo.

La calidad humana es una arista esencial, complementada allí con la superación. Al decir del jefe de servicio, todos los días se da una charla educativa sobre diferentes enfermedades, con participación de pacientes y técnicos, para que las personas conozcan sobre los factores de riesgo y cómo prevenir o tratar cada problemática.

Visitar el servicio de Terapia Física y Rehabilitación del policlínico-hospital Mártires de Manatí es defender la calidad de vida y reafirmar que los seres humanos no somos solamente un objeto biológico, sino un ser biopsicosocial que necesita también del buen trato para sentirse mejor. Instituciones así siempre enaltecen la Medicina cubana.

Señora recibe calores

Eddy enfrenta con ejercicios la ataxia

Este señor desafía los dolores en loos brazos

Poco a poco, pero camino

El amor de los trabajadores los caracteriza

Electromedicina

Jefe del servicio, Roymarert

Este joven se rehabilita luego de sufrir un infarto cerebral